Aunque no se trate de una raza concreta, el gato doméstico es una de las principales mascotas de muchos hogares. Se trata de un animal de unos 5kgs de peso, aunque este valor puede ser distinto en función del gato en concreto. Los machos, por ejemplo, suelen tener un mayor tamaño y, por lo tanto, suelen pesar más que las hembras.
La longitud del gato ronda los 50cms sin contar la cola, pudiendo llegar a los 80cms si tenemos ésta en cuenta. Aunque, al igual que con el peso, la longitud de la cola puede variar según el tipo de gato o la raza a la que pertenezca.
La longitud del gato ronda los 50cms sin contar la cola, pudiendo llegar a los 80cms si tenemos ésta en cuenta. Aunque, al igual que con el peso, la longitud de la cola puede variar según el tipo de gato o la raza a la que pertenezca.
El origen del gato doméstico podemos encontrarlo en la familia de los félidos, a la cual pertenecen espcies como el león, el tigre, el guepardo o el mismísimo lince.
No obstante, el gato doméstico se encuentra mucho más ligado, en cuanto al origen, con el gato salvaje africano que con cualquier otra variante dentro de la familia de los félidos.
La salud del gato doméstico
Un gato doméstico o común cuenta con una esperanza de vida media de unos 15 años aunque, en la realidad, la mayoría de los gatos no suelen superar los 10 años de vida.
Esa esperanza de vida es tan prolongada gracias a los sistemas de vacunación actuales. Numerosos estudios demuestran que si el gato no se vacunase, su esperanza de vida se vería reducida a los 6 o 7 años de edad. La mayoría, acabarían falleciendo a causa de enfermedades infecciosas, como la leucemia felina (FeLV) o el virus de la Inmunodeficiencia felina (FIV). De ahí que, especialmente para los gatos, resulte fundamental llevar a cabo correctmente su calendario de vacunación correspondiente.
Muchas familias cuentan con espacios para que el gato pueda moverse con total libertad, lo cual puede ser, en gran medida contraproducente para el animal. Cuando las hembras se encuentran en celo, es muy posible que se produzcan enfrentamientos entre los gatos que se encuentran próximos a ellas, por lo que, fruto de estas peleas, nuestra mascota podría llegar a infectarse de virus como el de inmunodeficiencia felina, que puede contagiarse a través del arañazo, la saliva o la sangre infectada de un gato que no haya sido correctamente vacunado y que pueda portar la enfermedad.
Asimismo, nuestro gato también puede ser vulnerable, a través de la saliva, a una bacteria de la familia de la Bartonella henselae, la cual puede contagiarnos a nosotros mismos y producirnos síntomas como la inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre o pérdida de apetito.
El gato como mascota
No es hasta mitad del siglo XIX cuando el hombre comenzó a utilizar al gato como mascota. Hasta esas fechas, el gato vivía libremente, sobre todo, en las calles.
Sin embargo, en la actualidad, el gato es una de las mascotas preferidas por las familias que buscan un compañero en sus casas capaz de aportarles compañía, independencia y largos ratos de diversión y risas.
Así, el gato doméstico comenzó a formar parte de la larga lista de mascotas, en gran medida, con la aparición de los primeros ejemplares de pelo largo, como el caso del gato persa, en América del Norte y Europa, a principios del siglo XIX.
Actualmente existen unas 80 razas distintas de gatos que poseen tanto características físicas diferentes como de carácter. Mientras que el gato Persa o el Brittish resultan mascotas de lo más tranquilas, el angora turco o el siamés son especialmente activas
Aspecto del gato doméstico
Selkirk rex |
Según la raza, exisen gatos como el Scottish, que cuentan con las orejas dobladas hacia delante. Pero no es esa la única peculiaridad que podemos encontrar dentro de los gatos domésticos. Esisten razas, como el Selkirk rex, que cuenta con un precioso pelaje rizado, o el Sphynx, que ni siquiera posee pelaje. Inlcuso podemos encontrar razas, como el Manx, que no cuentan con cola.
Según la longitud del pelo, podemos clasificar las razas de pelo corto, largo y semilargo. Dentro de las razas de pelo largo podemos incluir al Siamés, al Ruso azul o al Europeo. Dentro de los gatos de pelo largo, podemos destacar al gato Persa. Y, por último, un buen ejemplo de gato de pelo semilargo podría ser el Maine Coon o el del Bosque de Noruega.
En cuanto a la coloración del pelaje, podemos encontrarnos con un manto más o menos pigmentado. O bien, podemos encontrar un pelaje en el que la pigmentación sea más uniforme, dando lugar a ejemplares en los que sólo predomina un color y existe una total ausencia de dibujos tan típicos de otras razas.
El carácter del gato
Una de las principales carácterísticas del carácter del gato es su independencia. Aunque bien es cierto que existen ejemplares altamente apegados a sus dueños, por lo general, el gato sólo demanda atenciones cuando al animal le conviene. No obstante, esta independencia puede jugar a favor de muchos propietarios de este tipo de mascotas, pues el gato puede quedarse sólo en la vivienda hasta 3 días siempre que cuente con el alimento y el agua necesaria, algo más impensable para sus competidores los canes.
A pesar de la creencia general de que el gato es un animal curioso por naturaleza, lo cierto es que más que curiosidad lo que demuestran este tipo de mascotas es su carácter territorial, de ahí que nos sea muy fácil encontrarles encaramados a nuestros sofás o muebles. Los gatos son seres territoriales a los que les gusta tener controlados sus dominios, y qué mejor manera que subirse a la zona más alta para controlar todo el perímetro.
Otra de las características más definitorias del gato tiene que ver con su forma de comunicarse con el humano. Cuando el gato quiere atenciones sabe como llamar la atención de su propietario, y no dudará en hacerle saber que quiere mimos con el ronroneo, un sonido que demuestra su tranquilidad, seguridad y confianza.
Por otro lado, el gato es un animal nocturno, por lo que no deberemos extrañarnos si nuestra mascota llega a dormir hasta 12 horas durante el día y por la noche se mantiene despierto y con ganas de jugar y entretenerse. Se trata, en definitiva, de animales crepusculares, que adoran guardar energía durante el día para poder descargarlas por la noche.
Una de las cualidades que más aprecian los propietarios de los gatos es el carácter higiénico del animal, y no sólo en lo que a deposiciones de refiere, sino que se trata de una mascota al que le gusta cuidar de su pelaje y mantenerlo limpio y aseado, de ahí que cuenten con una lengua rugosa que actúa a modo de peine natural.
En definitiva, un gato puede ser la solución para todas aquellas familias que busquen añadir un miembro más sin tener que pasar por las demandas de atención y cuidados propias de un perro. Con un gato, bien es cierto que no tendrás las mismas atenciones que con un perro, pero podrás encontrar también a un compañero fiel que compartirá las horas del día a día ofreciendo independencia y largos ratos de diversión.
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