Conoce tu raza... El galgo español

Origen del Galgo Español
Aunque no se conoce con exactitud el origen del galgo español, algunos estudiosos determinan su origen en el podenco ibicenco o en algún ancestro de éste.
Sin embargo, hay otros estudios que sitúan el origen del galgo español en el galgo árabe. Estos estudios determinan que el galgo árabe habría sido introducido en España durante la conquista árabe, donde habría sido cruzado con otras razas locales.

Durante la Edad Media, el galgo sería utilizado para la caza, papel en el que alcanzaría una popularidad que pronto le convertirían en una de las razas preferida por la aristocracia.
Gracias a la velocidad de este tipo de perros, pronto se producirían las primeras carreras de galgos, lo cual conllevaría el cruce del galgo español con el greyhound para obtener perros aun más veloces. El resultado de este cruce es reconocido como galgo anglo-español, el cual no es reconocido por la FCI.
En la actualidad, la mayoría de los ejemplares de esta raza son empleados para la caza. No obstante, desde muchas asociaciones y protectoras se está emprendiendo labores en contra de la utilización de este tipo de perros para la caza, debido a las prácticas que muchos cazadores llevan a cabo como medio de deshacerse de este tipo de perros cuando ya no les son útiles.
Aspecto del Galgo Español
El galgo español es un perro alto, delgado y fuerte. Sus ejemplares cuentan con un cuerpo estilizado, cabeza alargada, cola muy larga y patas delgada pero poderosas para potenciar la velocidad del animal.
La cabeza del galgo es alargada y delgada, igual que el hocico. Tanto la nariz como los labios son de color negro y cuenta con una mordida en tijera. Sus ojos son pequeños, oblicuos y de forma almendrada, preferiblemente de color oscuros.
Este tipo de ejemplares cuentan con unas orejas triangulares y de implantación alta, con una base ancha y extremo redondeado.
El galgo español cuenta con un pecho largo y profundo, cuyo vientre aparece recogido. Cuentan, además, con un lomo algo arqueado, dando flexibilidad a la columna vertebral. Su cola es fuerte en la base y va adelgazándose hasta terminar en una punta muy fina.
La piel del galgo está muy pegada al cuerpo, sin presentar zonas con piel suelta. Su pelaje es corto, fino y liso, aunque también existe una variedad de pelo duro y semilargo, en la que se forman barba, bigotes y sobrecejas en la cara. En cuanto al color, aunque se acepta cualquier color, se prefieren barcinos, atigrados oscuros, tostados, canelas, amarillos, rojos, blancos, berrendos y píos.
Temperamento y carácter del galgo español
Una de las características que más sobresalen del galgo español es su acentuada timidez. De ahí que sea fundamental comenzar con su socialización desde muy temprana edad. Llevarle a parques con otros perros o pedir a desconocidos ofrecer chuches o juguetes al animal pueden ser buenos puntos de partida a la hora de dar confianza al perro.
A pesar de estas reservas, se tratan de perros muy gentiles que no tienen problemas en jugar con otros perros o relacionarse con personas. Además, a pesar de tener instinto de presa, suelen llevarse bien con animales pequeños como gatos o perros de razas más pequeñas. Esto supone un punto a favor para aquellas personas que busquen incorporar a la familia a un perro de esta raza y que ya tienen otras mascotas.
En cuanto a su educación, el galgo español el un perro fácilmente adiestrables para que tengan buenos modales. Para ello, resulta fundamental que se empleen métodos de adiestramiento positivos, ya que son perros muy sensibles. 
Salud, cuidados y esperanza de vida 
A pesar de que, por lo general, se trata de una raza bastante sana, sí que es conveniente tener cuidado con las enfermedades típicas de galgos y perros grandes como la displasia de cadera, el cáncer de huesos y, sobre todo, la torsión gástrica.
Es muy recomendable que, a la hora de dar de comer a nuestro galgo, optemos por recipientes que se encuentren elevados para evitar que bajen su cuello hasta el suelo.
La esperanza de vida del galgo ronda los 10 años, aunque esto varía mucho de un ejemplar a otro, ya que el desgaste físico es muy importante; la esperanza de vida de un galgo que haya sido empleado en labores de caza siempre será menor que la de un galgo que es, sencillamente, una mascota.
Aunque no creemos en perros de piso o de casa, sí que se trata de una raza que requiere de mucho ejercicio físico, por lo que, de no disponer de demasiado tiempo para dedicar al ejercicio del animal, siempre es mejor contar con espacio suficiente para que pueda correr y desfogarse.
En cuanto al cuidado del pelaje, al ser un animal de pelo corto, su cuidado se reduce al cepillado frecuente para acabar con el pelo muerto y bañar al animal cuando realmente lo necesite. 

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