Lo que debes saber de... Mi perro, animal de caza

 Muchos amantes y estudiosos de las mascotas tienden a explicar las conductas habituales de nuestras mascotas a partir de la relación directa de éstas con el lobo. Sin embargo, esto no es tan así.

Aunque el perro descienda del lobo, no son descendientes el lobo nórdico (al que estamos habituados a ver en las películas) sino del Lobo Gris asiático, que es más pequeño y cuenta con un pelaje menos espeso. No obstante, ya han pasado 12.000 años de domesticación desde el origen del perro actual, por lo que, actualmente, se trata de dos especies completamente distintas que cuentan con patrones de conducta similares pero no iguales.

Al igual que sus antepasados, los perros son cazadores grupales que cuentan con una estructura social gregaria, lo cual les permite cazar a presas de mayor tamaño, a la que han elegido previamente y matarla de forma conjunta. Para ello, es necesario que los miembros del grupo cuenten con un sistema de comunicación propio, basado en un lenguaje tanto corporal como sonoro a partir de gruñidos, aullidos...

Además de este sistema de comunicación, existe una escala jerárquica con miembros dominantes y subordinados, así como un jefe máximo, el cual no tiene por qué ser el que dé las órdenes durante las cacerías, tarea que le es encomendada al miembro más experimentado del grupo, pudiendo ser macho o hembra.

Por el contrario a sus antecesores, el perro doméstico, al vivir con una familia humana, no sale de caza y, por tanto, no tiene la posibilidad de formar un grupo social con sus congéneres. Por tanto, el animal posee unos conocimientos y capacidades innatas que no puede llegar a desarrollar.

El perro doméstico crea lazos con sus propietarios como si de otros perros se tratara en un entorno salvaje e intenta adaptar sus capacidades al ambiente y circunstancias en que se encuentra. Así, un perro que corre para coger una pelota hace uso de su velocidad y musculatura para alcanzar a su "presa", en este caso, la pelota. Sacar al perro a pasear es una opción ideal no sólo para que el perro de ejercite sino porque, para él, es lo más similar a una partida de caza.

Un buen ejemplo de las desviaciones que sufren los perros en cuanto a su conducta predatoria se manifiesta en aquellos perros que tienden a morder a ciclistas, corredores...Este tipo de comportamientos se conocen como Agresión predatoria y, aunque tienen solución, es algo compleja y necesita de paciencia y mucho trabajo por parte de los propietarios.

Todas las consideraciones anteriormente descritas pueden aplicarse a cualquier tipo de perro doméstico. Sin embargo, bien es cierto que deberemos tener una especial consideración con los perros especialmente predispuestos a la caza. 
En el caso de estos perros podemos observar especialmente comportamientos más propios de los lobos que en el resto de animales. El acto de escarbar, ya sea en casa o en la calle, puede ser debido a varios comportamientos procedentes del lobo. Las hembras tienen a escarbar para crear madrigueras para sus cachorros, por lo tanto, es frecuente en hembras de perros de caza que padecen un embarazo psicológico, el verlas cavar en un sofá o en el jardín para tratar de crear un refugio para sus cachorros. En el caso de los machos, pueden hacerlo por varias razones: bien para esconder su comida y poder disfrutarla luego con más tranquilidad, bien para buscar la tierra más fresquita (que es la que se encuentra a mayor profundidad) o, por último, pueden escarbar en la búsqueda de algún olor que les haya llamado la atención.
También es posible que nuestro perro escarbe para enterrar sus deposiciones, esto se debe a que el animal busca dejar su olor para marcar el territorio ante otros perros.


Otro comportamiento propio de los lobos que han heredado los perros tiene que ver con el aullido. El perro doméstico utiliza el aullido para comunicarse entre los miembros de su manada. Hoy en día, como consecuencia del proceso de domesticación, el perro no sólo utiliza el aullido para comunicarse con otros animales sino también con el ser humano, al que considera parte de esa "manada".
Un perro aúlla normalmente para hacer ver que está sufriendo algún tipo de daño físico.  En otros casos, este tipo de comportamientos tiene que ver con la ansiedad como resultado de la separación de la familia. Al igual que sucede con los lobos, el aullido es una forma de llamada para reunir a la familia, así que, en este caso, el perro aúlla para que sus dueños regresen cuanto antes.

No obstante, una de las razones principales por las que aúllan los perros tiene que ver con la "imitación". Es muy común que el perro emita este tipo de sonidos ante una voz estridente o un tipo de música.
Aunque, en principio, esta información pueda resultar poco interesante a la hora de entender a nuestra mascota. Conociendo todos estos detalles podremos comprender que, cuando nuestro cachorro nos está mordiendo los tobillos lo hace para adaptar sus genes de cazador al ambiente en que se encuentra. Nos ayudará a entender que cuando nuestro perro se tira a perseguir una paloma está  entrando en un esto de conflicto entre lo que debe y lo que tiene que hacer. O que, cuando le introducimos a un gato en casa, si no lo acepta es porque no quiere compartir su comida.
En definitiva, conociendo esta información  sabremos más de nuestras mascotas y sabremos entender su comportamiento e, incluso, como aprovecharlo a nuestro favor a la hora de llevar a cabo su educación.

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