Lo que debes saber de...La ansiedad por separación



Por lo tanto, en cuanto el perro se queda solo en casa, podemos enfrentarnos a la destrucción de cualquier tipo de objetos, ladridos o aullidos constantes, deposiciones en cualquier lugar del hogar o, en el peor de los casos autolesiones. En muchas ocasiones, estos síntomas no sólo se manifiestan cuando el dueño se marcha de casa sino que, cualquier situación que le mantenga separado del perro supondrá un desencadenante de este comportamiento.

Dentro de la ansiedad por separación existen varios niveles en función del tiempo que tarda en manifestarse y el nivel de gravedad del comportamiento del animal. En casos graves, la ansiedad comienza a parecer cuando el perro está sólo más de 10 o 15 minutos. En casos menos graves, aparece ante un retraso del dueño respecto a una hora frecuente de regreso o, sencillamente, ante una salida no habitual.

Dicha enfermedad puede aparecer en perros de edad avanzada sin razón aparente. En otras ocasiones, el origen de este comportamiento de debe  a algún tipo de situación que hayan provocado en el animal miedo. En cualquier caso, en la mayoría de las ocasiones, este tipo de ansiedad aparece en perros están sobreportegidos por el dueño. Cuando introducimos en casa un animal es difícil no llenarle de mimos, cogerle en brazos todo el tiempo, darle chucherías, jugar con él...Por eso, es importante que, desde que el animal pise nuestro hogar, pase algunas horas solo, que perciba que estar alejado del dueño no tiene por qué ser malo.

Por desgracia, este tipo de comportamientos es muy propio de perros que han pasado mucho tiempo en perreras, protectoras, laboratorios o perros a los que no se les ha sacado lo suficiente a la calle. Pues son perros que no quieren volver a estar solos y a los que, de nuevo, se les protege en demasía porque han vivido una experiencia traumática.

Cómo prevenir la ansiedad por separación

Como dice el dicho popular, siempre es mejor prevenir que curar. Por ello, para evitar el terner que corregir este problema, lo mejor es acabar con las causas que pueden provocarlo. Como decíamos anteriormente y, aunque pueda resultar increíble, lo mejor es evitar que el animal esté excesivamente pegado a los dueños y que se acostumbre a quedarse solo. Para ello, lo mejor es ir haciendo salidas graduales. Podemos aprovechar los ejercicios de sentado y quieto para salir de la casa y volver o, si se prefiere, aprovechar el regreso de las salidas y beneficiarnos del cansancio del perro.

A la hora de salir de casa, jamás debemos decirle nada al perro, sobre todo si le vemos que empieza a inquietarse al vernos prepararnos para nuestra marcha. Acariciándole o dedicándole palabras de aliento conseguiremos el efecto contrario, el animal sabrá que mostrándose inquieto o triste le estamos prestando atención, por lo que no dudará en exagerar esa actitud en cuanto cerremos la puerta tras nosotros.

Al regresar, nuestra actitud debe ser la misma, no debemos saludar ni ser efusivos con el perro. Debemos ignorarle hasta que se haya calmado y, una vez lo haya hecho, le llamaremos, le diremos que se siente y le saludaremos. Practicando este ejercicio no sólo evitaremos que aparezca la ansiedad por separación sino que también evitaremos un mal comportamiento cuando tengamos visita en casa.

 También es recomendable proporcionarle al perro un lugar exclusivo para él, ya sea una jaula, transportín o caseta. Lo ideal es que, en ese espacio, el animal se sienta seguro. En él podríamos darle juguetes especiales para que se entretenga antes de salir. En el mercado existen numerosos juguetes preparados para entretener durante horas a nuestros perros y resistir la mordida. El masticar es una acción que relaja al animal, por lo que dejarle algo que morder y desfogar la tensión puede ser una buena idea. Lo importante es que el juguete le encante, de ahí que muchos de estos juguetes cuenten con espacios preparados para introducir la comida, algo que hará las delicias de los más golosos.

Cómo tratar a un perro que sufre de ansiedad por separación

Por desgracia, en muchos casos, el perro ya nos viene dado con este problema o, sencillamente, no hemos sabido como tratarlo hasta ahora, por lo que, lo mejor que podemos hacer es buscar a un profesional que nos marque ciertas pautas a seguir a partir de ahora. Debemos tener en cuenta que, en algunas ocasiones, este tipo de comportamientos no tienen por qué deberse a este tipo de enfermedad. Si al volver a casa nos encontramos con alguna deposición del animal puede deberse también a que hemos dejado al perro demasiado tiempo solo. Por eso, en ese tipo de casos, lo ideal sería que el propietario acudiera, en primer lugar, a un veterinario que pudiera determinar si existe algún tipo de problema fisico.

Una vez descartado este tipo de problema, el siguiente paso es recurrir a un educador canino o etólogo que pudiera explicar al dueño las pautas necesarias tanto en lo referido a la obediencia y relajación del animal así como en lo referido a la modificación de conducta del mismo.

La modificiación de conducta consiste en reducir el apego del perro respecto a sus dueños, enseñarle a quedarse solo (a través de un sistema de salidas programadas y graduales), a
no anticipar la salida del dueño, relajarse y obedecer al dueño. Es fundamental que, a la hora de llevar a cabo este tipo de estrategias en cuanto a modificaciones en la conducta del animal, el problema no se vuelva a producir, sino alargaremos el proceso en exceso.

Por desgracia, en ocasiones, la modificación de conducta es insuficiente y debemos acompañarlo de tratamiento farmacológico. No obstante, nunca deberemos medicar al animal sin haber llevado a cabo la modificación de conducta.

En cualquier caso, jamás deberemos prestar atención al perro sucumbiendo a sus exigencias. Cada vez que nos lloriquea, se nos pone encima o nos empuja con las patas está demandando nuestra atención y, si nosotros se la prestamos, estaremos dándole al perro todo el poder que nos está reclamando, haciendo más difícil corregir cualquier tipo de comportamiento negativo. 

En definitiva, el problema de la ansiedad por separación, a pesar de tener una solución lenta, cuenta con una solución en la que el ejercicio, la disciplina y la buena relación con el dueño conseguirán resultados que te permitirán disfrutar más de tu tiempo fuera de casa.

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