Conoce tu raza...el Bulldog Francés

El origen de esta raza se encuentra en la segunda mitad del siglo XIX. En plena revolución industrial muchos obreros ingleses se vieron obligados a emigrar a francia y, con ellos, se llevaron a sus perros bulldog, una raza muy popular en la Inglaterra de la época.

Algunos de aquellos bulldogs contaban con un tamaño muy reducido y las orejas erectas, lo cual no era muy aceptado en Inglaterra. Sin embargo, en Francia, este tipo de bulldogs eran muy apreciados, sobretodo por las mujeres. Por lo tanto, muchos comerciantes de mascotas vieron el negocio que se escondía en la importación de este tipo de bulldogs, a los que lla empezaban a denominarse bulldog francés.


De este modo, para finales del siglo XIX los criadores franceses ya habían conseguido criar de manera consciente a este tipo de perros, que se habían convertido en una de las razas favoritas entre las familias de clase alta. Esta predilección por parte de las clases privilegiadas fue lo que impulsó a la raza, que posteriormente sería exportada a América.

Hoy en día, esta raza es una de las razas más conocidas en todo el mundo, incorporándose a las familias como animal de compañía. Aunque también es posible encontrar a este tipo de ejemplares en exposiciones caninas en todo el mundo e, incluso, algunos de ellos son utilizados como perros de terapia.

Apariencia del Bulldog Francés

El bulldog francés es un perro muy robusto y de huesos sólidos a pesar de su pequeño tamaño. La línea superior del cuerpo se levanta a nivel del lomo descenciendo hacia la cola. Su espalda es ancha y musculosa, su lomo es ancho y corto y su grupa es oblicua. Además, el pecho del bulldog francés es cilíndrico y profundo, con el antepecho muy amplio.

Su cabeza es ancha y cuadrada, con pliegues y arrugas en su piel. Los ejemplares de esta raza cuentan con una cara achatada y un stop muy marcado. Cuentan con una nariz ancha, corta y levantada. 

Sus ojos son oscuros, grandes y redondeados, lo cual les proporciona una expresión muy despierta. Las orejas del bulldog francés son medianas, anchas en la base y redondeadas en su extremo.

La cola de este perro suele ser corta de nacimiento y de inserción baja.

El pelo de este bulldog es muy hermoso, raso, apelado, brillante y suave. Podemos encontar ejemplares de color leonado o leonado atigrado, con parches blancos.

Temperamento y carácter

El bulldog francés es un perro de carácter amigable, juguetón, sociable y dulce. Son perros que tieneden a socializar fácilmente, ya sea con gente, perros u otros animales. Son perros que suelen llevarse muy bien con otros niños, aunque pueden ser muy demantantes de mimos para niños muy pequeños. No obstante, es importante que se lleve a cabo con ellos un proceso de socialización desde cachorro, para evitar que se vuelvan tímidos.

El bulldog francés no es una raza que destaque dentro del adiestramiento canino. De ahí que muchos adiaestradores "de la antigua escuela" les cataloguen como perros tercos y dominantes, asegurando la imposibilidad de su adiestramiento. Sin embargo, la causa principal por la que estos perros son más complicados de entrenar es porque no responden bien al adiestramiento tradicional.

Al igual que ocurriera con otras razas, como el beagle, son perros que responden muy bien a entrenamientos basados en el refuerzo positivo, como puede ser el clicker. El único aspecto que puede tomar más tiempo respecto a otras razas es el enseñarles dónde hacer sus necesidades, ya que es una raza que necesita ir con más frecuencia que otros perros de razas medianas o grandes.

Por otra parte, el bulldog no suele ser una raza demasiado problemática aunque, debido a su alta necesidad de compañía, puede ser especialmente sensible a problemas de ansiedad por separación. Por lo tanto, puede volverse un perro destructor si se queda solo por períodos prolongados. Así que no es una raza para dejarle aislado en un cuarto, patio o el jardín.

Salud y cuidados

Por desgracia, el bulldog francés es especialmente sensible a varias enfermedades, muchas derivadas de la forma de su hocico. Entre las enfermedades más frecuentes se encuentran: narinas estenóticas, paladar blando elongado, degeneración de disco intervertebral y hemivértebra canina. Con menor frecuencia también se diagnostican en esta raza: displasia de cadera, luxación patelar, entropión, distiquiasis, cataratas y sordera.

El pelo de estos perros es muy fácil de mantener que en el caso de otras razas caninca, ya que su pelo corto no demande muchas exigencias. Con cepillar el pelo semanalmente resultará suficiente. No es un perro que necesite de ser bañado con demasiada frencuencia, aunque sí que hay que mantener saneadas las arrugas de su cara para evitar la acumulación de suciedad en ellas. Para ello, basta con limpiar suavemente con un trapo húmedo y luego secar con suavidad.

El bulldog francés no es un perro con grandes demandas de ejercicio físico, por lo que resulta una raza excelente para aquellos propietarios que no disponen de mucho tiempo para dedicar al ejercicio con sus mascotas. Aún así resulta aconsejable ofrecer al animal un paseo moderado a diario para estimular su mente y permitirle socializar.

No obstante, debido a su nariz achatada, el bulldog francés no tolera bien los climas cálidos y pueden resultar muy sensibles a la anestesia. Tampoco es bueno permitirle o forzarlo a hacer ejercicios intensos, ya que pueden sufrir un choque térmico con facilidad.

En definitiva, los bulldogs franceses resultan una muy buena opción para la mayoría de las personas. Gracias a su carácter amigable y sociable, llegan a ser excelentes mascotas tanto para familias con niños grandes o personas solas. No obstante, hay que tener en cuenta que son perros que necesitan de mucha atención y son muy juguetones, así que no son muy apropiados para personas que pasan mucho tiempo fuera de casa.

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