Lo que debes saber de...la higiene bucal

Aunque muchos de nosotros, como propietarios de mascotas no seamos conscientes de ello, la higiene bucal de nuestras mascotas es un elemento de salud fundamental para ellos. Una mala salud bucal, además de provocar malos olores, puede derivar en enfermedades que pueden afectar a órganos vitales para el animal, pudiendo llegar a provocarles la muerte de no ser tratados a tiempo.

Una mala higiene bucal es debida a la acumulación de placa a medida que el perro va creciendo. Esta placa se acumula como consecuencia de la alimentación del animal a partir de comida blanda o bien, sencillamente, porque no hemos proporcionado a nuestra mascota los productos necesarios para evitar la aparición del "sarro".
Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer por nuestros animales es iniciar estrategias de prevención desde los primeros meses del cachorro para intentar ralentizar, en la medida de lo posible, esa acumulación de placa.


Cómo puedo llevar a cabo una correcta higiene bucal: desde el cachorro al perro adulto.

Al contrario que ocurre con las personas, los animales no son seres capaces de ocuparse por sí mismos de su propia higiene bucal. Por lo tanto, mantener la boca de nuestras mascotas de manera saludable es nuestra responsabilidad.

No obstante, según en la etapa vital en que se encuentre cada perro, deberemos realizar un tipo de cuidado más específico. Ya desde los seis meses el perro cuenta con sus 42 dientes definitivos, por lo que deberemos empezar a cuidar la dentadura desde ese primer momento.

Por supuesto, a ningún cachorro le va a hacer demasiada gracia que le anden manoseando la boca, por lo que, en esta primera etapa, deberemos recurrir al dedo para que el animal se vaya acostumbrando. En esta etapa, más que centrarnos en la efectividad de la higiene bucal, deberemos concentrarnos en que el animal se acostumbre y acepte de buen grado la manipulación. Así, por ahora, lo único que deberemos hacer es frotar suavemente los dientes y las encías con cierta regularidad. Tenemos que ser conscientes en todo momento de que el cachorro se encuentra en pleno proceso de dentición, por lo que sus encías aún estarán muy sensibles, por ello, deberemos realizar este procedimiento con total suavidad.

Una vez el cachorro ya acepte de buen grado este tipo de manipulaciones, podemos pasar a utilizar un cepillo de dientes específico para cachorros, incluso algunos van acompañados de masajeadores de encías. Esta práctica deberemos repetirla, al menos, un par de veces por semanas.

La higiene bucal en el perro adulto o senior
Debemos tener en cuenta que, a partir de los 3 años de edad es cuando empiezan a aparecer los primeros problemas bucales, por lo que, para entonces, ya deberemos tener establecidas las bases para llevar a cabo una buena higiene bucal de nuestra mascota. Prestando una mayor atención a medida que el animal va avanzando en edad.

En el caso de los perros senior, estos son especialmente propensos a cualquier tipo de afección bucal, como rotura o pérdida de piezas bucal. Por lo tanto, en estos años, deberemos estar especialmente encima de nuestras mascotas en este sentido. De manera que, en caso de observar heridas, rotura de alguna pieza o sangrado, deberemos acudir inmediatamente con nuestra mascota al veterinario.
Qué síntomas debemos controlar para mantener cuidada la boca de nuestras mascotas

El sarro no es más que una acumulación de calcio y fósforo que tiende a acumularse sobre la superficie de los dientes. Esta acumulación es aprovechada por las bacterias que se alimentan de la mezcla de la saliva con los restos de comida.

Así, progresivamente, la comida que el animal ingiere se va solidificando entre los dientes y alrededor de las encías, dando lugar a lo que conocemos como sarro. En él se irán alojando poco a poco las bacterias que irán degradando las encías, dando lugar a enfermedades como la gingivitis, que puede dar lugar a la pérdida de alguna de las piezas dentales.
Si el sarro acumulado no es excesivo, puede reducirse mediante la alimentación e, incluso, a través de determinados productos para el consumo del animal como huesos prensados o chucherías. No obstante, en los casos en los que el sarro acumulado fuera excesivo, será necesaria la intervención veterinaria. Anestesiado el animal, el veterinario procedería a retirar la acumulación de sarro, dejando la boca en perfectas condiciones de higiene.

La eliminación de este sarro incrustado requiere la intervención del veterinario, incluso sería necesario anestesiar al animal. Una buena salud bucal en nuestra mascota evitaría tener que someter al perro a esta intervención. Así, es importante hacer una revisión semanal de la boca del animal por parte de los dueños y una cada seis meses en el veterinario.
Lavar los dientes a tu mascota: el cepillo de dientes 

A la hora de utilizar a herramientas para la limpieza de los dientes de nuestra mascota no debemos caer en el error de recurrir a utensilios propios de los humanos. Aunque necesitemos de un cepillo de dientes y de la pasta dentífrica correspondiente, estos deben estar preparados para el consumo animal.
Necesitaremos, por tanto, un cepillo con cerdas suaves, con extremos, a ser posible, redondeados, y cerdas dispuestas en grupos. El tamaño del cabezal del cepillo debe adaptarse al tamaño de la boca del animal. No será lo mismo cepillar los dientes de un chihuahua que de un Gran Danés.
Asimismo, en cuanto a la pasta dentífrica, debemos huir de las humanas, pues el exceso de flúor puede provocar problemas digestivos en el can, que puede presentar salivación abundante, diarreas, dolores abdominales o vómitos.
Por lo tanto, para el correcto mantenimiento de la higiene bucal de nuestro animal, deberemos recurrir a productos especialmente diseñados para perros que ya tienen en cuenta todas estas cuestiones. Por ejemplo, la marca Trixie, ya vende packs de cepillos y pasta de dientes para que puedas elegir el tamaño del cabezal del cepillo.



Lavar los dientes a tu mascota: la alimentación

A la hora de mantener los dientes de nuestra mascota limpios y sanos es fundamental que optemos por alimentarle con comida seca. El propio acto de masticar los granos de pienso favorece la desaparición de la placa acumulada. En numerosas ocasiones, sobre todo los propietarios de perros pequeños, tienden a buscar piensos con una bola lo más pequeña posible. Sin embargo, con ello, solo estaremos evitando que nuestra mascota tenga de masticar el alimento, con lo que estaremos favoreciendo la acumulación del sarro. No contamos con que, si le ofreciéramos al can, por ejemplo, un hueso de jamón, éste no dudaría en hincarle el diente y comérselo independientemente del tamaño del mismo.
No obstante, no debemos conformarnos con la acción exclusiva del pienso seco. Actualmente, existen productos especialmente indicados para la reducción de la placa, desde chucherías específicas, como huesos de piel prensado o, en los casos más graves, existen sprays bucales y líquidos que verter en el agua para su consumo diario.

Por lo tanto, a la hora de cuidar a nuestras mascotas, debemos cuidar especialmente la salud de sus dientes y encías, pues de no prestarle atención, nos podemos enfrentar a un problema serio de gingivitis, que puede llevar a la muerte del animal. Así que no lo dudes, invierte tu tiempo y dinero en controlar la higiene bucal de tu compañero, tu prevención de hoy es su salud del mañana.



Consejos

Revise la dentadura de su perro una vez a la semana y, cada seis meses, haga una visita al veterinario para una exploración más exhaustiva.
Cepille los dientes del animal con un cepillo específico de cerdas blandas; no use nunca dentífrico de personas, puede resultar tóxico para el perro.
Las razas pequeñas son más propensas a desarrollar sarro y placa bacteriana, así como la Boxer, el Chiuaua o el Maltés.
Elija dieta seca, contribuye al buen mantenimiento de la salud dental del perro.
Hay productos específicos para combatir el sarro, como snacks o juguetes de caucho o nylon.
Comience desde que son cachorros. Eso facilitará que el can se habitúe al cuidado de los dientes.

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