Lo que debe saber sobre...La ansiedad ante el ruido

En estas fechas, muchas de nuestras mascotas son víctimas del estruendo propio de la época: petardos, coches... Por lo tanto, como propietarios, nuestro deber es estar pendiente de posibles cambios en el comportamiento para evitar causar un trauma en el animal.


¿Por qué los ruidos fuertes provocan tanto miedo en nuestras mascotas?

Generalmente, uno de los motivos por los que les afectan tanto tiene que ver con que son sonidos impredecibles, es decir, se producen sin que el perro lo espere, por lo que, al no poder preverlos, les vuelve muy sensibles. 

Además, se trata de sonidos que no tienen continuidad, por lo que siguen sin ser predecibles para la mascota en cuestión.

Por último, la intensidad del sonido también afecta al modo en que nuestro compañer@ pelud@ puede reaccionar. De manera que, cuanto más sonoro, mayor es el susto que les provoca, por lo que pueden reaccionar peor ante el estruendo.

¿Son todos los perros igual de sensibles ante este tipo de sonidos?

Por suerte, el terror hacia los cohetes, fuegos artificiales o ruidos fuertes, no afectan del mismo modo a todos nuestros peludos, por lo que muchas mascotas pueden convivir con este tipo de ruidos perfectamente. 

También es cierto, que juega un papel muy importante la genética del animal: existen perros muy nerviosos o que reaccionan de manera más exagerada ante este tipo de estímulos. Junto a esto, la edad del animal también resulta fundamental, los perros mayores o los cachorros suelen reaccionar peor al  ser más sensibles que un perro de edad adulta.

Por otra parte, también tiene que ver con el modo en que una mascota reacciona ante un fuerte ruido la socialización que haya tenido desde cachorro. Hoy en día, muchos propietarios y criadores responsables optan por poner al cachorro desde sus primeros días de vida sonidos a los que luego se vaya a enfrentar en su día a día. De este modo, el animal acabará percibiendo este tipo de sonidos como algo normal, por lo que no reaccionará de manera negativa ante este tipo de estímulos.

Cómo actuar si mi perro tiene miedo a los ruidos fuertes

Por lo general, lo ideal es acudir, en caso de duda con un profesional que pueda ayudarnos a tratar este problema de manera correcta. No obstante, existen pequeños "trucos" con los que podemos ayudar a nuestra mascota para evitar que el problema vaya a peor e, incluso, con mucha constancia, podemos llegar a corregirlo.

1- Mucho ejercicio: Si tenemos la posibilidad de sacarlo a la calle a correr o a hacer algún tipo de ejercicio antes de que comiencen los petardos, fuegos artificiales... bajaremos su nivel de excitación y tendremos en casa a un perro tranquilo y menos sensible a cualquier sobresalto.

2.-En la medida de lo posible, deberemos procurar a nuestra mascota un lugar tranquilo en el que se sienta protegido. Normalmente, elegiremos la zona de la casa a la que acuda cuando le hayamos observado más asustado, pues ese es el lugar en el que se siente más seguro. Allí podemos optar por taparlo con una manta, ya que está le ayudará a amortiguar el ruido. Lo ideal sería que el perro contara con un transportín o caseta en la que se sienta cómodo y protegido pero, en caso de no haberlo trabajado con el perro, nos bastará con una mesa o bajo una cama. No deberemos jamás forzar al perro a permanecer en el transportín si no está acostumbrado a él, ya que podríamos empeorar más el problema, pues sumaremos el trauma del ruido al de estar encerrado en un sitio en el que no está cómodo.

3.- Si el ruido nos pilla en la calle o en casa, y tenemos posibilidad de trabajar con el perro, resulta fundamental que positivicemos el ruido. Esto es, cada vez que haya un ruido, ofreceremos chuches o juguetes a nuestra mascota para que vean que ocurren cosas buenas cuando se produce algo que ve como negativo. Poco a poco la mascota acabará asociando el estruendo con algo bueno más que con el miedo.

4.- Si tenemos que dejar solas a nuestras mascotas, podemos intentar dejar las cortinas y persianas cerradas para amortiguar el ruido y evitaremos las luces de los petardos, cohetes y fuegos artificiales.

5.- Por último, otra de las cosas que podemos hacer es poner música relajante mientras el animal se encuentre solo en casa. Con ello, además, estaremos reduciendo la intensidad con la que le llega el sonido al animal.

Que no debemos hacer jamás para intentar resolver el problema

1.- Jamás debemos enfadarnos con el perro. Debemos recordar que él es quien peor lo está pasando. Si hace pis en casa, tira como un loco por la calle, etc. no debemos reñirle, puesto que es un reflejo involuntario ante una situación que él cree de peligro.

2.- No debemos obligarle a enfrentarse a situaciones en contra de su voluntad. No conseguiremos quitar el mido a nuestra mascota llevándole a las cabalgatas y metiéndole en medio de la multitud. Las terapias de choque no son para los animales. Siempre resulta más efectivo ir introduciéndole el objeto de su temor paulatinamente, acostumbrándole muy poco a poco.

3.- Permanece a su lado sin sentir lástima por él. Quizás este sea el paso más difícil para los propietarios de mascotas. Por lo general, al ver a nuestro mejor amigo sufrir, tendemos a sentir pena por él y excedernos en caricias. Con esto, sin querer, estamos perjudicando al animal, que asume que algo malo está pasando al ser recompensado sin motivo. No obstante, tampoco se trata de que le ingnoremos. Basta con que nos pongamos a su lado, sin acariciarle, pero haciéndole ver que no pasa nada y que no está sólo.

En definitiva, estos son sólo algunos consejos con lo que podemos intentar mejorar la situación de nuestros peludos. Por desgracia, la reacción ante este tipo de estímulos es distinta según el animal, pudiendo llegar a ser realmente grave para muchos de ellos. Por lo tanto, si observamos que nuestro mejor amigo lo pasa realmente mal, lo mejor que podemos hacer con él es ponerlo en manos de un profesional que nos ayude a solucionar el problema de la manera más efectiva posible.



No hay comentarios:

Publicar un comentario