Tu gato y el calor: no le olvides

Con la llegada del verano, debemos preocuparnos de una serie de condiciones que pueden poner en peligro la vida de nuestros felinos. Básicamente, tenemos que tener una especial precaución con el calor, pues una estancia prolongada a altas temperaturas puede provocar el colapso y fallecimiento de nuestro gato.


Por lo tanto, al igual que suceda con los perros, aunque muchos propietarios lo desconozcan, en los gatos se puede producir también el "golpe de calor". 

Las consecuencias en la salud del animal provocadas por la permanencia durante un largo periodo de tiempo en unas condiciones de temperatura elevada, de no ser detectadas a tiempo, pueden resultar irreversibles. Por lo tanto, en caso de notar cualquier síntoma, recomendamos cubrir al animal con una toalla húmeda, apartarlo del lugar en el que se ha producido el colapso para llevarle a otro sitio más fresco e, indudablemente, acudir directamente al veterinario.

Algunos síntomas propios del golpe de calor son: jadeo excesivo, decaimiento, movimientos erráticos, etc.

No obstante, lo importante en estas fechas es conocer el problema y sus causas para, de este modo, tratar de evitarlas. Algunas recomendaciones que te queremos acercar son las siguientes:

Evita que tu gato salga a horas de mucho calor


Muchos de nuestros gatos cuentan con una terraza, patio o balcón al que salen y entran libremente. De nosotros depende, por tanto, evitar que nuestros felinos puedan deambular por ellos, al menos en horas de máximo calor.

Por tanto, lo que podemos hacer es jugar con ellos y tratar de cansarlos durante las horas más frescas del día para que así, cuando lleguen las horas de mayor peligro, estos no tengan la tentación de salir fuera y prefieran quedarse en casa echándose una siesta.

Prepara un espacio fresco para tu gato


A veces esto llega a resultar innecesario, pues el gato, ante situaciones de calor, suele buscar los sitios más fresquitos de la casa para refugiarse. Sin embargo, nosotros como propietarios podemos garantizar una correcta temperatura a través de un sistema de aire acondicionado o ventilador. Aunque, ¡ojo!, los gatos son terriblemente curiosos, por lo  que no es de extrañar que sienta curiosidad por el ventilador y quiera meter la patita o jugar con el cable. Por lo tanto, mucha precaución a la hora de usar el ventilador delante del animal.

Por otro lado, como truco, podemos congelar una botella de agua y colocarla en la cama del felino bajo una sábana. Así cuando se quiera meter en su cama la encontrará fresquita y se acurrucará allí. Otra opción es comprar al gato una alfombra de frío que le ayudará a mantenerse fresco una vez se tumbe en ella.


Déjale agua fresca


Cuando nos referimos a agua fresca nos referimos a un cuenco de agua al que le vamos cambiando el contenido con regularidad e, incluso, al que le echamos un cubito de hielo cada dos horas. Los gatos son especialmente delicados con el agua. Por lo que, si encima encuentran que está caliente, no beberán y, con ello, será más probable que lleguen a deshidratarse.

Por otro lado, un truco que suele funcionar es dejar un cubito de hielo a los felinos para que jueguen. A medida que lo vayan moviendo irán hidratándose sin que, a penas, se den cuenta.

Además del agua, para la correcta hidratación del gato, es fundamental darle en estos días más cantidad de comida húmeda. Las latas, los patés, las salsas...continen un gran porcentaje de agua, por lo que evitaremos una posible deshidratación.

Refréscale de vez en cuando


Bien es sabido que, a la mayoría de los gatos, no les gusta el agua. Por tanto, no podemos bañarles o refrescarles con la manguera. Sin embargo, lo que sí que podemos hacer es refrescarles echándoles por encima una toalla húmeda. A muchos gatos, esto es algo que les suele resultar bastante agradable.

Mantenles acicalados


Los gatos, al lamerse, gracias a la saliva, se refrescan. Por eso, en estas fechas es más probable que les veas hacerlo. Por lo tanto, te recomendamos que, más que nunca, en estas fechas no le falte al felino el aporte de malta necesario para que pueda eliminar las posibles bolas de pelo.

Además, en esta época, comienza la muda del pelo, eliminando una gran cantidad. Esto es así, precisamente, para que el gato esté más fresco.Nuestra labor en este sentido debe ser realizar un correcto acicalamientos periódico del animal. Esto es, realizar un cepillado cada dos o tres días. 

En caso de animales de pelo largo, la recomendación es que se pelen. Nunca recomendamos pelar en demasía, basta con dejar una largura de 2 o 3cm como poco. No debemos raparal gato, pues esto puede perjudicar la piel. Además, el pelo protege al gato de los cambios de temperatura, protege la piel...así que, dejarle si pelo le está exponiendo aún más a la presencia de calor.

Cuidado en el coche


Cuando tengas que transportar al gato, deberemos procurar hacerlo en las horas "más fresquitas". Sin embargo, esto no siempre es posible, por lo que deberemos tratar de garantizar las mejores condiciones durante el viaje: el uso del aire acondicionado es fundamental, así como una correcta ventilación del habitáculo que permita que el aire circulante llegue hasta nuestra mascota. De esta manera, garantizaremos que el felino viaje cómodamente y sin peligro.



Y, por supuesto, en ningún caso, por poco tiempo que sea, deberemos dejar al gato en el coche solo. Los gatos son animales pequeños, de muy poco peso, por ello, ante una posible deshidratación, son animales muy vulnerables.


En definitiva, siguiendo estos sencillos consejos, conseguiremos distrutar de unos días de descanso y vacaciones junto a nuestro amigo felino.



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