¿Cómo enseñar a mi cachorro?

En cuanto a la educación del perro, como hemos dicho, siempre es bueno premiar las conductas deseadas e ignorar o decir simplemente un no a las conductas indeseadas. Sí que es verdad, también, que podemos dedicar parte de su porción de comida diaria a enseñar algunos trucos. Existen muchísimos vídeos tutoriales y, si no, podemos hablar con adiestradores para que nos enseñen algunos de esos trucos que enseñar al perro. Sentarse, tumbarse, ponerse de lado, irse a la cama o acudir a la llamada son algunos de los trucos que podemos enseñar al cachorro. Para ello, contaremos con la ayuda del pienso, que será un gran aliado nuestro, ya que lo que más les gusta a los cachorros son los juguetes y la comida. Es muy importante que, estos momentos de educación, el cachorro los perciba como un juego, por lo que no deberemos dedicarles más de 3 minutos por sesión para que el animal no se aburra.

Uno de los problemas más frecuentes en los primeros meses de vida del cachorro es el de la mordida incontrolada. No debemos preocuparnos. Es muy frecuente que los cachorros nos muerdan las manos, los pies o cualquier tipo de objeto que encuentren por la casa. Esto se debe a que sus dientes están creciendo y los están empezando a mudar. Por tanto, es normal que le molesten las encías y busquen en la mordida la única forma de aliviar ese dolor.

Además, a través de la mordida es como interactúan y aprenden del mundo. La boca del cachorro es como las manos de un bebé, la utilizan para conocer todo aquello que les rodea.

Por lo tanto, si queremos corregir esto, lo mejor que podemos hacer es sustituir el objeto de mordida por un juguete que le atraiga lo suficiente como para que el perro se centre en ese juguete. Es normal que, al principio, veamos que el cachorro no le hace demasiado caso al juguete. Así que, al principio, es recomendable comprarle juguetes para cachorros que puedan rellenarse con comida y, cada vez que intente morder algo o que no nos guste lo que muerde, cambiar el objeto mordido por ese juguete con comida. Eso sí, la comida que le metamos en el juguete tiene que formar parte de su ración diaria, es decir, si el perro tiene que comer 100 gramos al día comerá en el plato 80gr y esos 20gr que restan los vamos a meter en un juguete. Solamente así conseguiremos que el perro deje de morder nuestra mano o cualquier objeto de nuestra casa.

Igualmente, es importante que, para que el perro no muerda nada, haya desfogado y haya descargado toda la energía que acumula a lo largo de la noche. Para eso es importante que juguemos con ellos o que hagamos algún tipo de deporte. En el momento en que puedan salir de paseo, deberemos sacarles el tiempo suficiente como para que se cansen y no quieran andar mordiéndolo todo. Y en caso de que no puedan salir, deberemos jugar con ellos en casa o ponerles retos de inteligencia como, por ejemplo, practicar el truco de enseñarle a sentarse o tumbarse.

En cualquier caso, esta técnica requiere de paciencia y repetición, por tanto, no es recomendable regañar al perro ya que, probablemente, no vaya a entenderlo. Al final, para el animal, la mordida es una forma de conocer el mundo, al no tener manos y, al mismo tiempo, aliviar el dolor provocado por la muda de dientes.Cuando a nosotros nos duele algo, hacemos lo que sea con tal de que deje de dolernos, entonces, no nos va a servir de mucho que riñamos al perro.

Tenemos que ser muy conscientes de que todo lo que sea reñir al perro puede trabajar en nuestra contra, ya que lo que podemos conseguir es que el perro no confíe en nosotros. Que nos vea como seres que regañan y que son malos con él. Y esto, al final, lo que va a provocar es que el perro nos rehúya y nos ponga más complicado felicitarle cada vez que lleve a cabo un comportamiento que sí que nos gusta. Por tanto, es fundamental que ignoremos las malas conductas y premiemos las correctas. Conseguiremos un comportamiento ideal en el perro, que nos permitirá convivir con él día a día y disfrutar de cada momento con él con la mayor de las tranquilidades.